Turismo y vacaciones en Salzburgo
Esta
ciudad universitaria que alberga un poderoso arzobispado entre los siglos IXV y
IXX (cuando fue anexada al Imperio austríaco) es una postal perfecta para el
que viene de un hermoso viaje de 315 kilómetros o tres horas en tren. Su centro
histórico, el Altstadt, se coloca entre la montaña como puede coronada por
Festung Hohensalzburg, la fortaleza que marca los orígenes de su historia, y el
río Salzach. En 24 horas, es posible conocer los principales lugares de
interés. Y todavía tienes tiempo para colgar una vista al monte Untersberg que
tiene de gama alta, de preferencia con un cubo de cerveza Stiegl en la mano gracias
a la fábrica se puede visitar. Hay fabricas de chocolate en donde se pueden
comprar chocolates envueltos con la figura de Mozart (el compositor nació en
1756, la casa número 9 de Getreidegasse) y un Centro de recreación el cual es
un lugar ideal para ir con los niños ya que tiene un parque temático. La ciudad
es sede de la prestigiosa y competitivo Festival de Salzburgo, y en ese momento
la ciudad celebra su musicalidad más allá de los tours en todas partes que
tienen el musical Sonrisas y tema de la música.
Entre
los puntos a ser visitados, sin duda los jardines de flores de Mirabell Palace
son algunos de los más populares. Todo es tan romántico que no puedes dejar de
estar en el estado de ánimo y dar un paseo en carruaje. No hay un lugar más
apropiado.
Los
paseos cerca de la ciudad incluyen el bonito barrio de Salzkammergut con su lago,
catalogado como Patrimonio de la Humanidad, y el Palacio Hellbrunn y sus
fuentes de la diversión.
Cómo
llegar
Salzburgo
es de fácil acceso por vía aérea y terrestre. El aeropuerto W. A. Mozart está a
sólo 20 minutos del centro y cuenta con vuelos de París, Amsterdam, Londres,
Viena y algunas ciudades alemanas.
Una
de las maneras más fáciles para llegar a la ciudad es los trenes confiables con
el OBB. Entre los destinos más comunes son Munich (1h30 2h, desde € 35), Viena
(3h, desde € 40) y Praga (5h, con conexiones desde 50 €).
Otra
gran opción es alquilar un coche. La ventaja es la posibilidad de explorar con
calma no sólo a los distintos puntos de interés de la región - como la región
de los lagos, sino también pequeños pueblos entre Salzburgo y otras ciudades.
Dos ejemplos: en el camino a Viena, hacer escalas en el valle del Danubio,
Wachau, ya de camino a Praga, descubrir las ciudades checas de Cesky Krumlov y
Ceske Budejovice.